viernes, 1 de abril de 2016

Alone

Tengo dos conocidos muy apegados a mi pero se malviajaron cuando les hablé de la María, se pusieron como gatos asustados, erizos, miedosos. Tal vez no debí hablarles de la mota dado que yo siempre he respetado a los demás y sé que no es para todos ya que requiere cierto conocimiento, yo insistí mucho porque a veces sentía que necesitaba verlos y pasarla chido pero no, yo la cague, la cague a tal grado de fastidiarlos y fastidiarme a mi mismo.

Luego en mis pachequeses habituales me puse a meditar sobre el caso y llegué a la conclusión: vayanse a la verga, fumaré solo.

Les contaré mi intención para que se juzgue hasta comprender los hechos.

Durante el período en el que laboraba en la anterior locación aumenté de forma exagerada el uso del alcohol, gasté mucho dinero en pedas y pedas y pedas, arriesgue mi trabajo, nada más al recordarlo me da cruda moral. Pero para mi suerte me cambiaron de laboratorio y me alejé de la tentación.

Fue cuando inicié el tratamiento con cannabis y descubrí que me quedé sin alguien con quien compartir este pedo llamado vida, es decir, mucha de mi vida social se desvaneció al punto de solo convivir con mis compañeros del trabajo y mi familia.

Descubrí que la mota no es tan mala como yo incluso lo creí, me informé y lo usé como tratamiento para dejar el alcoholismo y funcionó. Y, las reacciones adversas a las que me encontré comenzaron a manifestarse, empecé a aborrecer todos y cada uno de los estados etílicos. Esto trajo como concecuencia que yo evitara las reuniones en donde sólo se consume alcohol.

Reconozco que hice mal, pero deben recordar que yo era un paciente en tratamiento y que aún era débil para abstenerme. Temía que me fuera a quedar picado y seguirmela hasta ponerme hasta el culo y sentirme el todas puedo y manejar ultra pendejo y morir volcado. Justo como estuve a punto de valer verga una vez que regresaba del trabajo. Ese día había bebido todo el día. Debo aclarar que todos ya me conocían por ser el dormilón  aquel que cuando menos te dabas cuenta se quedaba dormido en la mesa de dónde fuera. Un día por querer hacerme el verga me aguanté las ganas de dormir y seguí pisteando como campeones. Pendejo error. Cuando manejaba de regreso a mi casa por la autopista, cerré los ojos por unos segundos. Me ganó el cansancio. Me quedé dormido unos instantes pero de inmediato recuperé la noción, me asusté, mi corazón latió a mil, el tacometro marcaba 120 km/hr. Estube a punto de evacuar el alma.

Con la marihuana supe que todo era inofensivo y que su uso informado podría ser beneficioso y si lo comprobé. Así que pensé en pasar la receta a mis queridos colegas para que se unieran y pues hasta podríamos fumar juntos, pasarla bien, reírnos, comer la comida más rica del mundo después del vuelo y seguir todo normal sin daños. Les mandaba información vía electrónica en todas las plataformas, sobre los beneficios de la marihuana, sus usos terapéuticos y su plus extra: un poco de pacheques que siempre esta chingón. Les expliqué que podrían mejorar estados mentales, corregir carácter, sanar heridas del pasado, sanar recuerdos, limpiar la mente y llenarte de energía positiva palpable, que podrían sentirse increíblemente bien con una sustancia cuyo mecanismo de acción esta más que probado que es 100% seguro y que fumar de manera social era sumamente divertido.

No tuve éxito.

En cada intento recibí el clásico sermón: "Eso te hace mal, ya te perdimos, te daña la mente..."

Pues bien, renuncio.

Seguiré fumando yo solo, llenandome de energía positiva, sorprendiéndome cada vez más del como es que la mente puede incrementar su poder para persibir mejor las cosas y que además puede curar.

Después de dejar por completo el alcohol y comenzar a usar la mota con mayor frecuencia para el estrés me realice unos análisis clínicos y mi sorpresa fue que todo lo obtuve dentro de los parámetros normales, caso que al comparar los resultados cuando era briago y digamos que volví a nacer. Hasta mi placa de Rayos X mostró limpieza en mis pulmones. Cosa que sacó de pedo a la radiologa, la mamona juraba que estaría bien puteado pero se la peló.

Así que es otra derrota más, ojalá podamos sustituir ambos gustos por, mmm no sé, ¿café tal vez? Me gusta sentarme en mi sitio, fumar, escuchar música y observar el cielo desde mi ventana. Las veces que mi esposa vuela conmigo son mágicas para mi.

No cambiaré esto por arriesgar mi vida jamás.

fin